...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.”...
Durante mucho tiempo, escribí en foros. Sigo haciéndolo, mucho menos, eso sí. Durante mucho tiempo, sembré mi propio Campo de Margaritas. Palabras, música, imágenes. Para que no se pierda...
miércoles, 24 de noviembre de 2010
RAYUELA/ JULIO CORTÁZAR
...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.”...
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Te debo una Margarita.
ResponderEliminar;-)
Es mi libro favorito, mi no novela preferida. La vida. Muchos años después vino Raimond Carver y me quedé atrapado en sus cuentos, y ya no pude volver a leer nunca más Rayuela, ya nada era, nada volvió a ser tan triste como amar a la maga.
ResponderEliminarBesos ELENA!
Apunto en el debe, querido Raúl. Un beso.
ResponderEliminarTambién es mi libro favorito, Antonio. Siempre lo será...
ResponderEliminarUn beso, amigo!